SINAXARIÓN
DEL CALENDARIO LITÚRGICO MARONITA
j | Octubre 12
SAN EDNA Y COMPAÑEROS MÁRTIRES (239 - 304) | FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
Hoy la Iglesia maronita celebra a san Edna y compañeros mártires. La Orden Antonina Maronita cuentan con un convento y parroquia dedica a san Edna en Nammoura (Líbano).
Los santos de Edna (Tarachus, Tharacus, Tarachos), Andronicus, Probus (Provos) fueron mártires de la persecución del emperador Diocleciano (alrededor de 304 DC).
San Edna (Trachus) ca 239 - 304, era un romano que era nativo de Claudiopolis en Isauria y un ex soldado, el plebeyo Probus de Côté de Panfilia y el patricio Andrónico, que pertenecía a una prominente familia de Éfeso, fueron juzgado. por el gobernador Numerian Maximus y torturados terriblemente tres veces en diferentes ciudades, incluidas Tarsus, Mopsuestia y Anazarbus de Cilicia. Los sirios lo llamaron Edna (término siríaco que significa "oído") y se le considera el santo patrón de los dolores de oído y la sordera.
Según la tradición, Edna (Tarachus) fue golpeado en las mejillas y el cuello con piedras, le cortaron los labios y la oreja. Sus manos también fueron quemadas. Lo colgaron en un poste y le echaron humo para estrangularlo; con vinagre había disminuido las fuerza sus fosas nasales; después de varias extenuantes torturas, le hicieron varias cortadas en su cuerpo con cuchillos.
Probus fue golpeado con látigos, sus pies fueron quemados con hierros al rojo vivo, su espalda y costados fueron perforados con cera caliente; finalmente también le hicieron cortadas con cuchillos en su cuerpo. Andronicus también fue cortado con cuchillos.
Luego fueron condenados a la muerte por las bestias salvajes y cuando los animales no los tocaron en el anfiteatro fueron ejecutados con la espada.
Tres hombres, llamados Marcian, Felix y Verus, fueron testigos de su martirio. Recuperaron los cuerpos de los tres santos, los enterraron y vigilaron el resto de sus vidas, pidiendo que fueran enterrados en la misma bóveda que los mártires al final de sus vidas.
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NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
La tradición de la Virgen del Pilar, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles predicaban el Evangelio.
Se dice que Santiago el Mayor había desembarcado en la Península por el puerto de Cartagena, lugar donde fundó la primera diócesis española, predicando desde entonces por diversos territorios del país. Los documentos dicen textualmente que Santiago, "llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso".
En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, Gratia Plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol".
La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar.
El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, antes de que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.
La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa creencia". En 1438 se escribió un "Libro de Milagros" atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el Católico dijo: "creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Santa y Purísima Virgen y Madre de Dios, Santa María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros".
El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey católico, se celebraba la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su región cuando todavía vivía en carne mortal.
Tres rasgos peculiares que caracterizan a Ntra. Sra. del Pilar y la distinguen de otras advocaciones marianas. El primero es que se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. La segunda la constituye la Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer templo mariano de toda la Cristiandad. Y la tercera es la vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (Santiago de Compostela); por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido los ejes fundamentales en torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de España.
La Basílica del Pilar, en Zaragoza, constituye en la actualidad uno de los santuarios marianos más importantes del mundo y recibe contínuas peregrinaciones. Ante la Virgen han orado gentes de todas las razas, desde las más humildes, hasta los reyes y gobernantes más poderosos, e incluso pontífices. El grandioso templo neoclásico se levanta sobre el lugar de la aparición, conservándose la Columna de piedra que la Virgen dejó como testimonio, un Pilar que simboliza la idea de solidez del edificio-iglesia, el conducto que une el Cielo y la Tierra, a María como puerta de la salvación.
El día 12 de octubre de 1492 fue precisamente cuando las tres carabelas de Cristóbal Colón avistaban las desconocidas tierras de América, lo que ha motivado que la Virgen del Pilar haya sido proclamada como patrona de la Hispanidad, constituyendo el mejor símbolo de unión entre los pueblos del viejo y nuevo continente. Su fiesta se celebra con gran fasto en todas las naciones de habla hispana y especialmente en la ciudad de Zaragoza, donde miles de personas venidas de todo el mundo realizan una multitudinaria ofrenda floral a la Virgen.
Fuente: maronitas.org
Otros Santos para hoy
NUESTRA SEÑORA DE APARECIDA, PATRONA DE BRASIL
Advocación mariana de Nuestra Señora de Aparecida, declarada Patrona de Brasil en 1929 por el Papa Pío XI y cuya imagen se resguarda en la Basílica que lleva su nombre, en el Estado de Sao Paulo.
La devoción surgió cuando un grupo de pescadores encontraron en el río Paraiba una imagen de 36 centímetros de la Inmaculada Concepción hecha en terracota (arcilla modelada y endurecida al horno). Esto sucedió después de que los pescadores pidieran la intercesión de Santa María para obtener peces.
El título de "Aparecida" deriva del verbo "aparecer" porque fue en un momento de gran necesidad que los pescadores la encontraron y se dieron cuenta de que este hecho indicaba una señal de la intercesión de María. La imagen tenía un color oscuro y ennegrecido por el tipo de material en que estaba hecha y también por haber estado perdida en el río.
Tras encontrar la imagen, los pescadores volvieron a echar sus redes y lograron una abundante pesca.
Aún se ignora por qué la imagen apareció en el río, pero todo indica que se remonta a los primeros tiempos de la colonización de Brasil.
Los pescadores se llevaron la imagen y en la casa de uno de ellos le arreglaron un sencillo altar. Más tarde otro pescador al trasladarse a Itaguassú construyó en su nuevo domicilio un oratorio y en él puso la imagen, ante la cual los vecinos se reunían para rezar el Rosario y entonar himnos.
El 5 de mayo de 1743 se comenzó a construir el templo de Nuestra Señora Aparecida, el cual se inauguró el 26 de julio de 1745.
En 1955 comenzó la construcción de la nueva Basílica de Nuestra Señora Aparecida en Sao Paulo. El 4 de julio de 1980, San Juan Pablo II, durante su visita a Brasil, consagró la Basílica y la declaró el mayor santuario mariano del mundo.
En mayo del 2016 el Papa Francisco dirigió unas palabras a los brasileños, cuya nación enfrenta actualmente una grave crisis política, y los encomendó a la protección de Nuestra Señora de Aparecida, Patrona de Brasil.
“Al saludarlos, peregrinos brasileños, mi pensamiento se dirige a su amada nación. En estos días dónde nos preparamos para Pentecostés, le pido al Señor que derrame abundantemente los dones de su Espíritu Santo, en estos momentos de dificultad”, expresó el Pontífice.